<aside>

Una guía para re-significar tus hábitos y convertirlos en rituales de cuerpo y alma

</aside>


Durante mucho tiempo, mis hábitos de salud eran solo eso: hábitos 🤷🏽‍♀️

Los hacía porque “me venían bien”, porque había leído que eran saludables o porque sentía que debía hacerlos.

Pero un día me di cuenta de algo muy profundo:

Un hábito puede ser mucho más que algo que haces solo por tu bienestar físico o por tu salud.

Porque lo que realmente sostiene un hábito y lo convierte en una medicina para tu cuerpo y tu alma, es comprender que detrás de cada habito habitan dos partes poderosas:

1️⃣ la parte física, que nutre el cuerpo, lo sanan y lo cuidan

2️⃣ y la parte del alma, que trabaja la sanación energética y la expansión espiritual.

Cuando empecé a ver mis hábitos desde un lugar más elevado,

dejaron de ser simples rutinas que debía de hacer por mi bien para convertirse en rituales sagrados que no solo armonizan mi cuerpo físico,

sino que también crean expansión en mi alma y en mi cuerpo energético.


Estos han sido los 3 aprendizajes que cambiaron mi forma de vivir mis hábitos

1️⃣ Mi cuerpo físico es una puerta hacia mi mundo espiritual

Cada vez tengo más claro que es a través de los que hacemos en la materia va a crear un efecto poderoso en nuestro mundo espiritual. Y esto vale tanto para los actos de cuidado como lo contratio. Si maltratas tu cuerpo, estás creando densidades energéticas que te drenan y te llevan a estados vibracionales y emocionales muy bajos. .

A través de todas las prácticas físicas que cuidan y hacen sagrado mi cuerpo, creo una relación poderosa entre cuerpo y alma. El alma y mi energía se expanden a través de los cuidados que le doy a mi cuerpo físico. Porque cada acto de cuidado es también una invocación de luz hacia mi aura.

Cuando honro mi cuerpo, estoy honrando el espacio donde mi alma habita. Y eso se ve refeljado también en mi realidad.


2️⃣ No me obsesiono con sanar.

Ya no me obsesiono con cuidar mi cuerpo ni con limpiar mi energía o expandir mi alma.